jueves, octubre 05, 2006

La Sanmiguelada, que asco.
Por Maria Luisa C. Moreno.
Lo tradicional es lo que se ha comunicado de padres a hijos al correr de los tiempos y sucederse las generaciones, así que es falso el pretexto de que la sanmiguelada sea tradicional.

Por desgracia, el verdadero pretexto es el que se les proporciona a los jóvenes de otros lugares de invadir nuestra ciudad porque dicen, palabras textuales, que !aqui hay desmadre!

Cada año la situación se pone peor, hoy pasó lo que nunca, hubo balazos y una persona en peligro de muerte. Hoy paso lo de siempre, heridos, borrachos, la ciudad convertida en un basurero, en un orinal gigantesco, en un manicomio.

Juniors desatados que exasperados por el alcohol convierten la libertad en libertinaje descarado y soez, abusando de la hospitalidad que San Miguel les brinda, ofendiendo a sus habitantes, maltratando hasta a los policías.

Que hay detrás de todo eso, que intereses, a quien le conviene? pues claro a los que venden alcohol, la droga mas tolerada, la que daña a mayor numero de personas en el mundo.

Corresponde lo que gastan las visitas a lo que gasta el gobierno de nuestros impuestos para reparar los daños que vienen a ocasionar? Muchos traen cajas con alimentos y bebidas y hasta bolsas de dormir, y los que no, gastan lo menos que se puede comiendo en los puestos callejeros. Mínimo hay que hacer cuentas, señores.

Ese fin de semana, la mayoría de los habitantes nos encerramos en nuestras casas y empezamos a salir casi a fuerzas hasta el lunes o martes, cuando la peste ha disminuido y las calles han sido barridas, aunque las plantas y flores de nuestro hermoso jardín central sigan pisoteadas.

Si, como debería de ser, se realiza una encuesta con los pobladores para poner en practica por lo menos un poco de la cacareada e inexistente democracia, se podría comprobar que la gran mayoría ya estamos hartos y queremos que se suspenda !ya! Esta salvajada, porque es salvajismo maltratar así a tan impresionantes animales, exponer la salud y la vida, enajenarse con el alcohol y demás drogas, hacer destrozos y degradarse peor que las bestias haciendo sus necesidades en pleno dia, a la vista de todos y en las banquetas, a mas de muchos otros desmanes.

Que tristeza y que asco ver a la juventud, dizque el futuro de nuestro país, convertirse a la menor provocación en una horda de verdaderos energúmenos.

Que han aprendido en sus hogares o en la escuela?, que les ha enseñado nuestra sociedad? Bajo que valores manejan su comportamiento?, saben siquiera que existen esos valores?. Por lo que pudimos ver, por lo que demostraron, es seguro que su educación es un verdadero fracaso. Gracias a dios que algunos no son así.

Y aquí, en nuestra bella ciudad que tiene fama de culta y artística, a pesar de contratar al Guicho Domínguez, tal vez las autoridades deben estar esperando que sucedan mayores desgracias para prohibir definitivamente la Sanmiguelada.