domingo, mayo 25, 2008

Hambruna en México, advierten priístas

EL PRESIDENTE CALDERÓN “ESCONDE LA CABEZA” ANTE EL AUMENTO EN LOS PRECIOS DE ALIMENTOS, ASEGURAN

López Balbuena propone crear un fondo nacional para enfrentar un posible desabasto de productos

25/05/2008 12:47:00 a.m.



Víctor MAYÉN
Rumbo de México

El PRI advirtió que México puede sufrir una hambruna similar a la que viven otras naciones, si el gobierno de Felipe Calderón continúa con su política de “esconder la cabeza” ante la grave crisis de alimentos que se registra en el mundo.

Para combatir esta situación, la diputada tricolor, Guillermina López Balbuena, propuso la creación de un fondo nacional para enfrentar el desabasto de insumos básicos que comienza a afectar a las familias más pobres del país y que además se fortalezca a los productores agrícolas.

En la exposición de motivos de su propuesta que presentó ante la Comisión Permanente, López Balbuena lamentó la postura tan negativa del gobierno mexicano ante la crisis alimentaria que se vive a nivel internacional.

La priísta aseguró que, de enero de 2006 a la fecha, el precio de los alimentos de primera necesidad creció 42 por ciento, mientras que el poder adquisitivo de los trabajadores disminuyó 25 por ciento.

Detalló que el costo del arroz aumentó hasta 200 por ciento, al pasar de nueve a 17 pesos, en las tiendas de autoservicio.

Asimismo, indicó que mientras en enero de 2006 un obrero adquiriría 42 productos de la canasta básica con un salario mínimo y 15.24 días de trabajo, ahora necesita 22 días de trabajo para comprar la misma cantidad de productos.

Además recordó que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), detalló que el costo de los alimentos a nivel mundial se ha incrementado, en promedio 40 por ciento, desde mediados de 2007 a la fecha.

La diputada por Puebla destacó que el titular de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), Alberto Cárdenas, en repetidas ocasiones ha expresado que México cuenta con un campo rico, sin embargo los priístas le responden que “sí se cuenta con un campo rico, pero de campesinos pobres”.

Finalmente, también alertó sobre los aumentos tan drásticos de las importaciones de alimentos en los últimos tres años lo que demuestra la dependencia alimentaria de México.

Por ejemplo, dijo, la compra de carne de bovino en el extranjero creció 440 por ciento, aves 280 por ciento, cerdo 210 por ciento, huevo 50 por ciento, maíz 85 por ciento y sorgo 44 por ciento.

lunes, mayo 19, 2008

Bucareli

El Universal
Jacobo Zabludovsky
19 de mayo de 2008
Poder furtivo

Nada más lejos de mi intención que ejercer de clarividente. No es la función del periodista, dedicado a narrar y opinar sobre lo pasado y presente, adivinar el futuro. Deseo encontrar una causa lógica de síntomas aparentemente aislados pero de una simultaneidad tan precisa que lleva, por lo menos, a cierta inquietud.

Iniciaron los Foros de Debate Sobre la Reforma Energética con la participación de jefes de partidos políticos, funcionarios relacionados con el tema, expertos financieros, técnicos en la industria, líderes de opinión (ya que los de obreros están ausentes, no les interesa, no han dicho “esta boca es mía”), personajes de renombre y otros invitados especiales. Las sesiones de martes y jueves llenaron el patio de la Cámara de Senadores, tuvieron público en la transmisión en vivo realizada por el Canal del Congreso, amplia difusión en radio y espacio en las primeras planas y columnas editoriales de todos los periódicos del país.

El interés que el debate genera contraviene la intención original del autor de la iniciativa, base de la polémica, el presidente Felipe Calderón, de lograr que se aprobara en los escasos días restantes de abril. No entro en el escrutinio de cada opinión, insisto en que un acto irregular, la toma de tribunas legislativas, obligó a esta discusión pública que trató de evitarse y cuya necesidad vital está siendo demostrada. El poder furtivo avanzó sobre los poderes establecidos y fácticos, para imponer su voluntad.

Una campaña costosa, abrumadora y torpe trató de convencernos a millones de mexicanos de la urgencia de entregar el petróleo a las empresas privadas capaces de extraerlo, refinarlo, distribuirlo, venderlo y cobrarlo, a cambio de hacernos felices. Nunca antes toda la maquinaria de entubamiento de las ideas había sido tan monolítica. Y tan inútil.

La lección es doble. Para quienes confían en los medios masivos de comunicación, los electrónicos sobre todo, como herramienta infalible, es conveniente recomendarles leer (es broma) a Eca de Queiroz, para que no apuesten todas sus canicas a reliquias falsas.

Los otros, tan ardidos que hasta el jocoque les quema, reciben lo ocurrido desde abril como un estímulo. Los fortalece. Usan los machetes de Atenco como símbolo y enseñanza. Y en el fondo eso es bueno porque la democracia requiere de contrapesos que en México no existen. Un periódico, una revista, algunas columnas, uno o dos programas de radio, son respetables pero débiles opciones, voces bocabajeadas frente a la división panzer que mantiene una blitzkrieg permanente para lograr por la fuerza, y no por la discusión de las ideas, sus propósitos. La forma en que fue destruido el plan ranchero del tesoro redentor es una advertencia de lo que puede ocurrir si se subestima la inteligencia de eso que llamamos gente, si se cree que eso que llamamos pueblo es una bola de nixtamal dispuesta a ser tortilla cada vez que los medios se movilicen a la voz del floor manager.

El gobierno no halla qué hacer con la papa ardiente del Ejército Popular Revolucionario, no sabe siquiera leer los comunicados, o los distorsiona para consumo público. “Dicen no al diálogo”, divulgó el boletín oficial. Omitieron la palabra “directo” al final, insinuando que el EPR se retiraba de la mesa sin haber sido puesta.

Día tras día los funcionarios hablan de transparencia y acceso a la información, pero faltan menos de dos meses para que se cumpla el plazo de reforma al artículo sexto de la Constitución y no hay señal más que de retroceso. Cuando aún no digerimos el dictamen de la comisión investigadora del conflicto de intereses y tráfico de influencias en contratos petroleros, Javier González Garza, coordinador de los diputados del PRD, hace nueva denuncia que involucra a los mismos sospechosos en una trama de políticos y empresarios que explica por qué los éticos encargados (con el apoyo del PRI) de emitir su sabio juicio, no quisieron que sus pesquisas se extendieran a la Comisión Federal de Electricidad. Alguien que sabía, cuando los nombró les dijo de donde a donde. Obsequiemos con el beneficio de la duda a los señalados por González Garza, hasta que muestre las pruebas. Las transas seudolegales estimulan y fortalecen el poder furtivo. Surgen los atajos, los caminos que Machado hizo al andar.

Asusta la delincuencia crecida por su impunidad, recursos, coordinación y hasta disciplina que en todo superan a los de nuestra policía, abnegada, mal vista, malparada y tan inerme que algunos de sus miembros buscan protección en tierras más hospitalarias que la del cementerio. El narcotráfico, otros delitos comunes, la corrupción y la ineficacia de jueces y Ministerio Público, son cereza del pastel.

Los ejemplos de cómo se le da la vuelta a la ley para burlar las reglas elementales de la moral y la justicia explican por qué surge el poder furtivo. Avisa su presencia en otros problemas urgentes.

sábado, mayo 17, 2008

Desfiladero

La Jornada
Jaime Avilés

■ México 2009: toda forma de oposición quedará proscrita

Bajita la mano, la ultraderecha golpista ha tejido una telaraña de acero para estrangular judicialmente al Frente Amplio Progresista (FAP), sacar del Poder Legislativo al Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, colocarlo en el terreno de la ilegalidad, justificar su represión, someter al Gobierno del Distrito Federal y neutralizar a Andrés Manuel López Obrador, con el fin de garantizarle a Estados Unidos y a España, antes o después de las elecciones de 2009, la privatización total de Pemex.

Como no bastó el fraude electoral de 2006 para controlar a los millones que se oponen pacífica, democrática y activamente al programa depredador de Felipe Calderón Hinojosa, éste ha puesto en marcha una ofensiva que se desarrolla en varios frentes. A saber, a) dinamitó desde adentro, con la entusiasta colaboración de los chuchos, al Partido de la Revolución Democrática (PRD), con lo que el FAP perderá la mayor fuerza política que lo integra; b) limpió el Instituto Federal Electoral (IFE) al enterrar los despojos del mafioso Luis Carlos Ugalde para sustituirlo por Leonardo Valdés Zurita (Vazurita), quien prepara desde ya el fraude del año entrante que le robará el máximo número posible de diputaciones al FAP.

De manera simultánea, c) otra vez con el apoyo irrestricto de los chuchos, en este caso representados por Ruth Zavaleta, modificó las leyes que rigen el funcionamiento del Gobierno del Distrito Federal, para destituir a los actuales consejeros del instituto electoral capitalino (IEDF), y remplazarlos por cuadros sumisos a los intereses que aborrecen a Marcelo Ebrard y sueñan obsesivamente con imponerle una mayoría panista en la Asamblea Legislativa, antes de destituirlo.

Todo lo anterior, naturalmente, en función del compromiso que Calderón contrajo con los estadunidenses –a partir de su encuentro con Jeffrey Davidow, en noviembre de 2003, en California– y, a través de Juan Camilo Mouriño, con la gasera gallega Repsol, para entregarles Pemex a cambio de que lo sentaran en la Presidencia de la República.

A tal efecto, el pasado 10 de abril –aniversario luctuoso de Emiliano Zapata– Calderón Hinojosa envió al Senado sus primeras cinco iniciativas de reforma –para permitir la participación de empresas privadas en exploración, explotación, refinación, almacenamiento y transporte de hidrocarburos–, con los pueriles pretextos de que eso “fortalecerá” a Petróleos Mexicanos (Pemex), “nos” ayudará a extraer el crudo ultrapesado de las aguas profundas y harán posibles “más hospitales, carreteras y escuelas para que ningún mexicano se quede sin estudiar”.

Ante la previsible respuesta del FAP, que tenía lista una huelga legislativa en ambas cámaras del Congreso para evitar el madruguete de los petrosenadores, la ultraderecha usó como de costumbre la artillería pesada de los medios y el bombardeo implacable de los levantacejas y de los espots calumniosos, como el de Hitler. En medio de la gritería por el supuesto “secuestro” del Poder Legislativo, los senadores del PRIAN aprobaron al vapor un conjunto de leyes anticonstitucionales, mientras sus diputados, con la abierta complicidad de Zavaleta, creaban las condiciones necesarias para descabezar al instituto electoral capitalino, cosa que harán la semana próxima.

Así, después de alabar hipócritamente el acuerdo “civilizado” que pactó un debate sobre la reforma calderónica, la ofensiva siguió su curso. Los chuchos se apoderaron de la dirección del PRD, con el respaldo del tribunal federal electoral, sujeto a los designios del gobierno espurio, y el IFE de Vazurita, apenas anteayer, se quitó la máscara al multar con 119 millones de pesos a los partidos integrantes del FAP por sus críticas a las promesas electorales de Calderón, mientras imponía una sanción de sólo 10 millones al PAN y al Verde Ecologista por la campaña sucia que en horario estelar, durantes meses, repitió que López Obrador era “un peligro para México”.

Moraleja: la ultraderecha golpista ha abolido la Constitución. Mouriño es inocente aunque se demuestre lo contrario; el góber precioso también, y con él –ya lo dijo la Suprema Corte– todos los pederastas amigos de los de arriba; Ulises Ruiz puede seguir asesinando a los oaxaqueños; a Etilio González Márquez le asiste el privilegio de mandar a chingar a su madre a sus gobernados; Enrique Peña Nieto avanzará rumbo a la Presidencia cada vez que se ufane de la represión que mató a dos jóvenes, violó a decenas de mujeres y encarceló, después de moler a palos, a un centenar de indígenas en Atenco; Eduardo Bours será condecorado, entre otras cosas, por haber metido presos a los ecologistas que trataban de salvar los últimos árboles de la ciudad de Hermosillo, y nadie será perseguido, investigado ni sentenciado nunca por las desapariciones y los descuartizamientos de mujeres en Ciudad Juárez.

¿Quiénes son entonces los verdaderos destinatarios del “¡ya basta!” que Calderón lanzó el pasado lunes, dando un manotazo de impotencia, desde Los Pinos? ¿Los 110 millones de mexicanos, a quienes les exigió que “no sean cómplices y denuncien los delitos sin solapar la existencia de criminales”? ¿O los jueces, a quienes, sin tener facultades para ello, ordenó que “cierren el paso a la impunidad” e impidan que los malhechores salgan de la cárcel “por su propio pie”? ¿O los medios de comunicación, a los que insultó al acusarlos de “compartir” (sic) la “estrategia de los criminales que buscan sembrar terror”?

¿Quiénes son los culpables de la evidente disolución del gobierno en México? ¿Los medios? ¿Los jueces? ¿Los ciudadanos? ¿O la ineptitud extrema de un fanfarrón sin escrúpulos, que asaltó la Presidencia nada más pero nada menos que para despojarnos del petróleo? Lo cierto es que mientras en el Senado comenzaba el debate sobre el futuro de Pemex, Calderón envió, ahora a los diputados, una sexta iniciativa de reforma, para establecer la reducción de impuestos, de entre 15 y 20 por ciento, que beneficiará a Repsol y Halliburton por extraer el tesoro de las aguas profundas.

¿Más claro? Ni el agua. Al terminar el debate, los senadores y diputados del PRIAN consumarán la privatización de Pemex. La única forma de impedirlo es la movilización popular. Desde ya. ¿Cómo? Impulsando en las calles, en los mercados, en los parques, en las centros de trabajo, de estudio y de entretenimiento, y en todo lugar una profunda deliberación popular sobre el futuro de este país sin leyes ni gobierno, antes que, tras las elecciones de 2009, Calderón decrete que toda forma de oposición a su “gobierno” será proscrita y castigada, si bien nos va, como delito de terrorismo.

Para comunicarse con esta columna jamastu@gmail.com

jueves, mayo 15, 2008

Itinerario Político

Ricardo Alemán
15 de mayo de 2008
¿¡Qué quiso decir, Presidente!?

¿Cuáles son “las acciones” que desea divulgar?

¿Acaso insinúa complicidad de los medios?

Será el sereno, pero el papel del vocero foxista, Rubén Aguilar —al que convirtió en clásico el motejo “Lo que quiso decir el Presidente...”—, hoy parece más necesario que nunca.

Y es que al ser interrogado para que explicara el “¡ya basta!” que lanzó el viernes contra el crimen organizado y el narcotráfico —que pareció un signo de desesperación— el presidente Calderón terminó por “hacerse bolas” y confundir a muchos, sobre todo en lo que tiene que ver con el papel de los medios y la lucha contra las mafias del crimen.

Como se dijo, el lunes 12 de mayo Calderón ofreció una conferencia de prensa en la que le pidieron ampliar el “¡ya basta!” que lanzó el viernes. Y en efecto, dijo: “Es una convocatoria y una exigencia a todos, sin excepción”; a los ciudadanos, a los que pidió “no ser cómplices de la ilegalidad”; a los líderes del Congreso, “para tener legislación que permita terminar con la impunidad”, y al Poder Judicial, “que tiene que cerrar el paso a la impunidad”.

Pero el “¡ya basta!”, dijo el Presidente, “es también una exigencia a los medios de comunicación, precisamente, para que manifiesten y divulguen las acciones que están, precisamente, deteniendo la estructura de los criminales, para que no se convierta la estrategia de los criminales en una estrategia que busca sembrar terror, en una estrategia compartida por los propios medios de comunicación”. ¿Qué quiso decir el Presidente? ¿Alguien entendió algo?

Pero no era todo. Calderón añadió: “Para que los medios se unan a esta estrategia nacional contra la delincuencia, porque son sus propios compañeros los que están siendo acallados en esas zonas. Porque quienes insinúan que el gobierno se haga para atrás en esta estrategia son, precisamente, quienes buscan que nosotros abandonemos a periodistas, a ciudadanos, a empresarios, a agricultores, a jóvenes”. ¿Qué quiso decir el Presidente? ¿Alguien entendió algo? Pero vamos por partes.

Primero, el Presidente “exigió” a los medios “que manifiesten y divulguen las acciones que están deteniendo la estructura de los criminales”.

¿A qué medios se refiere, Presidente? ¿Qué medios no manifiestan o no divulgan las acciones que detienen las estructuras criminales: la prensa, la radio, la televisión, internet? ¿Por qué no señala a los medios por sus nombres, Presidente? ¿Cuáles son, Presidente, “las acciones que están deteniendo la estructura de los criminales”? ¿Insinúa complicidad de los medios, sea por acción o por omisión? ¿Quiénes estarían en este caso?

Aquí nos detenemos para explicarle al presidente Calderón que salvo casos excepcionales —en donde los medios han sido amenazados por los criminales y sus instalaciones atacadas con granadas o ráfagas de metralleta—, en todo el país se difunde la información básica del flagelo. Eso sí, periodistas de Sinaloa, Sonora, Michoacán, Chihuahua, Durango, Tamaulipas y Baja California, entre otras entidades, han extremado medidas: no firmar las notas, no capturar gráficas y menos videos.

Y esas son medidas elementales de seguridad, reflejo gremial básico para sobrevivir a la indefensión y la impunidad en la que se ejerce el periodismo en no pocas entidades del país. ¿Y sabe por qué, Presidente? Porque ni el de Zedillo, menos el de Fox y tampoco su gobierno han aclarado uno solo de los crímenes de periodistas. En México, el ejercicio periodístico es una profesión del más alto riesgo, a pesar de lo cual los crímenes de informadores siguen en total impunidad.

Todos saben que el sistema presidencialista convierte al mandatario en turno en el hombre mejor informado en México. A partir de esa premisa, es injusto, por decir lo menos, Presidente, que se pretenda generalizar la sospecha de que los medios asumen la misma estrategia de las bandas criminales; la de sembrar y estimular el terror entre la sociedad. No, Presidente, si entre políticos, partidos y gobiernos existen diferencias, también las hay entre los medios y los periodistas. Y si el hombre mejor informado en México cuenta con evidencias de esa supuesta complicidad, lo saludable sería proceder como estadista.

Pero lo verdaderamente grave del asunto resulta el señalamiento que hace el Presidente sobre “quienes insinúan que el gobierno se haga para atrás” en el combate al narcotráfico. Antes de referirse a los medios, Calderón ya había dado pistas sobre ese tema. Dijo: “No nos vamos a sumar al abandono, a la cobardía o a la complicidad que permitieron que México llegara a esta situación”. ¿A qué y a quién se refiere, Presidente? ¿Quiénes insinúan a su gobierno que se haga para atrás en el asunto del crimen organizado y el narcotráfico? ¿Quiénes, Presidente, incurrieron en el abandono, la cobardía y la complicidad, en un asunto estratégico y de seguridad nacional, como ése?

Es importante aclarar que aquí en ningún momento pretendemos regresar al viejo esquema de medios y periodistas intocables e impunes que estimulaban empresas mediáticas y gobiernos durante el priato. En tanto parte del Estado mismo e instrumentos sociales, medios y periodistas están sujetos al escrutinio y la crítica a la que somete la opinión pública a todas las instituciones del Estado, a sus gobernantes y al poder en todas sus formas. Pero tanto medios como periodistas —al igual que la sociedad en general— no pueden ser tratados y medidos con el mismo rasero que, por ejemplo, los jueces, los policías, los legisladores y los gobernantes.

En efecto, Presidente, la responsabilidad de hacer frente al crimen organizado y al narcotráfico es de todos, pero de cada quien en su respectiva trinchera, bajo códigos, estatus, resguardos, responsabilidades y obligaciones distintas. No se puede pedir a los periodistas lo mismo que a los legisladores, que a los jueces, que a los policías, que a usted mismo. ¿Por qué no nos explica qué quiso decir, Presidente, aunque sea mediante un vocero?

aleman2@prodigy.net.mx

miércoles, mayo 14, 2008

Hablando de panistas y traiciones

Ganaron la presidencia. ¿Perdieron el partido?
Fidel Samaniego
El Universal

No, desde luego que Carlos Castillo Peraza no parecía un hombre derrotado. Entró a la oficina y saludó. No dio tiempo a contestar. De inmediato se soltó con un verso. Y luego con una broma. Unos días antes había perdido la elección por la jefatura de gobierno del Distrito Federal ante Cuauhtémoc Cárdenas. Pero ni en su voz, ni en su gesto, ni en su ánimo, había huellas de lo acontecido.

Platicamos. Reconoció que en su campaña pudo haber varios errores. Y que el era responsable de muchos de ellos. Pero, insistió, no se arrepentía de su negativa a aparecer en la contienda, en los mensajes propagandísticos como un mero producto comercial, como un personaje de pacotilla. “Ante todo los principios, y la honestidad intelectual. No propiné golpes bajos, ni en promesas mentirosas. Y es que ¿sabes? El poder por el poder, a costa de lo que sea, no me interesa” dijo aquel tipo de ingenio, de una pieza, el que se calificaba como “pecador standard” y presumía de haber sido panista de los de a pie, de pegar carteles, de pintar bardas, de intentar cuidar casillas de las maniobras de los priístas.

No, aquella tarde de julio, Carlos Castillo Peraza no parecía, no era un hombre derrotado. Mantenía su dignidad, sus convicciones. Poco antes de la elección, en el que fue su cuartel de campaña, reunió a su equipo, incluidos los más modestos colaboradores, y pronunció un mensaje emocionante, intensamente humano, profundamente panista.

“¡Como nos hace falta Castillo Peraza!” escuché tiempo después a Felipe Calderón, en una plática de confianza. Carlos ya había fallecido. Y la misma frase ha sido pronunciada varias veces por diversos personajes, militantes de Acción Nacional.

Los panistas. Los que tanto hablaban de bien común, de patria ordenada y generosa. De camaradería. De ética política. Los que manifestaban orgullosos su militancia, sus convicciones, lo mismo en la tribuna de la Cámara de Diputados convertida en Colegio Electoral para impugnar resultados en las urnas, comicios que, denunciaban, eran fraudulentos, que a las mesas de sus hogares, o en conversaciones de amigos.

Y el PAN ganó la Presidencia de la República. ¿El PAN? ¿El fenómeno Fox? ¿El hartazgo de tantos años de priísmo? “Fox no sacó al PRI de Los Pinos, fue Ernesto Zedillo” solía decir Roberto Madrazo antes de su desastrosa campaña en el 2006.

Y esa noche de las elecciones presidenciales, y durante el nacimiento del nuevo día, hubo fiesta en la Ciudad de México y en otras ciudades. En torno a la Columna de la Independencia, una multitud aclamó a Vicente Fox, pero también le pidió...o le advirtió: “¡No nos falles, no nos falles!”

Los panistas en el poder. Durante el pasado sexenio, de voces de Acción Nacional se supo, lo aseguraban, que filtraciones, chismes e incluso sucios rumores sobre la autodenominada pareja presidencial y de la familia, de las hijas del entonces presidente de la República, salían de la misma residencia oficial, del equipo foxista.

Han pasado los años y personajes del primer círculo calderonista, de los cercanos por lo mismo a Juan Camilo Mouriño aseguraban hace algunas semanas, lo sostienen, que los documentos, las supuestas pruebas del presunto tráfico de influencias en el que habría incurrido el secretario de Gobernación, fueron enviados a Andrés Manuel López Obrador de parte de remitentes panistas. Fuego amigo pues.

Panistas. Los que aparecen en las fotos, ante los ojos de los demás, como unidos, disciplinados, convencidos, en camaradería. Los que en voz baja, en cuanto pueden, cuentan de sus diferencias.

“¿Para eso ganamos, para que tengamos que aceptar la alianza con Elba Esther? Para que Manlio o Emilio sean los que de algún modo nos muevan los hilos, nuestros propios hilos?” Me decía apenas ayer un legislador de los más apasionados integrantes del PAN. El y otros se han quejado de las votaciones que han tenido que aceptar por línea presidencial aunque sus convicciones sean otras.

“¡Les vendimos nuestra alma a los priístas a cambio de que hicieran el quórum en la sesión en la que Calderón rindió protesta! Y ahora ellos son los que deciden por nosotros, o los que hacen que decisiones que habíamos tomado tengan que ser cambiadas” dijo una noche en San Lázaro la guanajuatense Marcela Cuen. Poco después me manifestó su indignación porque, decía, en la universidad de su estado hay militantes de su partido, ex funcionarios del gobierno estatal que están en nóminas, cobran, pero no trabajan.

Y ...¿a quién, a qué se refería Germán Martínez Cázares cuando, en su discurso durante la pasada Asamblea Nacional sentenció que nunca más se permitiría que “alguien” utilizara al PAN para sus intereses personales? Asamblea a la que no fue Manuel Espino, el ex dirigente. Tampoco fue mencionado en ninguno de los discursos.

¿Será que el poder les hace iguales? ¿No dijeron que con ellos todo sería distinto? ¿O sí lo es? ¿Ustedes qué dicen?

Mañana, si quieren, hablamos de Marcelo, el carnal, el que aspira, el habilísimo Marcelo.

Mientras, por favor, opinen, participen. Gracias.

¿A quién le van en la liguilla? Yo...ya saben.

sábado, mayo 10, 2008

Culpas ajenas

Reforma
Felipe Díaz Garza
10 May. 08

Hace pocos días, un poco menos de dos semanas, el presidente Calderón presentó su "nuevo" programa de desarrollo social. "Vivir Mejor", como fue bautizado el engendro por Esopo Burócrata. Esta semana Carlos Salinas sacó a la luz su engendro editorial La década perdida, en el que delira en la desmemoria, anticipando su senilidad. Eso es tan evidente que hasta un desfasado sistemático como Luis Ernesto Derbez fue capaz de advertirlo y externarlo, en contra de la usual falta de compromiso del ex canciller foxista.

A Salinas se le olvida que él empezó, propone Derbez con amargura, para responder a las acusaciones del ex Presidente en La década perdida, donde, sin mencionar nombres concretos, señala a Ernesto Zedillo y a Vicente Fox como ejecutores culposos de políticas económicas equivocadas, el neoliberalismo para ser exactos, dando lugar a la crisis financiera de diciembre del 94 y a una década de traspiés y ocultamientos.

Se equivoca el hoy rector de la Universidad de las Américas al atribuir a Carlos Salinas una incompetencia épica que no es épica sino perfectamente común y corriente, más corriente que común. El ex Presidente ni siquiera empezó a amasar él mismo la bola de nieve que, igual que a Zedillo y a Fox, lo arrolló sin remedio en el descendente tobogán de la historia moderna de México, en el que los presidentes, aunque se crean más importantes que eso, tan sólo hacen el papel de monos de feria en el stand de tiro al blanco.

Zedillo y Fox fracasaron, como fracasó Salinas y como fracasará Calderón y como la clase gobernante ha fracasado sistemáticamente en lograr metas de desarrollo sólido y consistente para este país. Con su nuevo hijo intelectual Calderón sólo corrige sin éxito, aumenta en engorda y sustituye sin llenar el hueco a los programas fracasados de sus antecesores en el mando. Para "Vivir Mejor" morirán Oportunidades, Progresa, Solidaridad, Infonavit, Fonacot, Conasupo, IMAN y todos los correspondientes engendros de la incompetente clase dirigente mexicana, cuando menos hasta el INPI (Instituto Nacional de Protección a la Infancia).

Me concentro en los programas gubernamentales que pretenden acabar con la pobreza porque tengo la convicción de que esta condición, al no ser erradicada, impide o cuando menos dificulta fatalmente el desarrollo económico y viceversa. No es posible el desarrollo económico en el subdesarrollo social, pues éste mantiene vigente el subdesarrollo económico. Luego, si todas las versiones gubernamentales de estrategia para el desarrollo social han fracasado, como lo demuestra el crecientemente sostenido índice de pobreza regular y extrema y sus concomitantes estadísticas de fracaso educativo, eso forzosamente ha acarreado el fracaso de todas las versiones gubernamentales que pretenden generar la riqueza.

En su enfermiza megalomanía, Carlos Salinas propone (y estoy seguro de que lo cree) que sus estrategias personales para la promoción de México (léase Solidaridad) fracasaron por la torpeza en su continuidad de Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Pero se equivoca Salinas al considerarse el autor traicionado de la salvación de México, como se equivoca Derbez al atribuirle a Salinas la autoría absoluta del desastre, para lo que se requeriría una condición épica que, como le escribí arriba, el pueblerino ex Presidente no tiene.

Más mediocre de lo que se imagina, el oportunista Salinas sólo es una porción sexenal del hilo conductor del fracaso de su clase. Heredero moral e intelectual del estéril sistema político mexicano, a través del gris Miguel de la Madrid, Salinas no crea nada traicionable, tan sólo reproduce y retransmite, en un grotesco "copy and paste", el gigantesco fracaso de nuestra clase gubernamental que arranca en la Presidencia de Benito Juárez (por ponerle época pero pudo ser antes) y continúa, que no termina allí, en Felipe Calderón vestido de indígena o de soldado o de bombero de la República.

El fracaso oficial tiene crueles expresiones. De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) el manto de la pobreza ahoga al 42.6 por ciento de los mexicanos. Pero en el caso de niñas, niños y adolescentes afecta al 53 por ciento, lo que equivale a 21 millones de menores de edad. Siete millones y medio de niños y niñas viven en situación de pobreza alimentaria y la desnutrición crónica afecta a casi el 13 por ciento de todos los niños de México. Cada año mueren 74 mil niños mexicanos por causas prevenibles, siendo las tasas de mortalidad infantil más altas entre niños pobres e indígenas. Sumado a la mala calidad de la educación, un millón 200 mil niños pobres simplemente no van a la escuela.

¿Cómo espera Salinas que evolucione su oligofrénico escenario desarrollista? El fracaso fue el instrumento que la administración salinista entregó a la zedillista para el desarrollo y Zedillo perfeccionó el mazo y se lo entregó a Fox, que obviamente también fracasó, como el mismo Salinas y el Unicef lo establecieron esta semana.

Sin ser economista (y quizás gracias a eso) le puedo decir que no es viable ningún modelo macroeconómico en un país en el que, como escribió Emilio Carballido, hay más pobres que piojos y no hay a la vista un programa viable de desarrollo social. Al contrario, los indicadores más sensatos apuntan hacia el agravamiento de la pobreza y el recrudecimiento de sus concomitantes ausencias: educación, salud y alimentación. Le propongo esperar el libro que escribirá el ex presidente Felipe Calderón. Me pregunto a quién culpará. Supongo que a quien lo suceda.

Correo electrónico: diazgarza@gmail.com