jueves, noviembre 16, 2006

Cuenta regresiva para Fox... y Calderón
miércoles, 15 de noviembre de 2006
Estado de los Estados Por Lilia Arellano
 Del sendero del peje


“Quien vive temeroso, nunca será libre”.
Quinto Horacio Flaco

A partir del primero de diciembre cobrará mucho más fuerza la exigencia de recobrar el estado de derecho, de aplicar la justicia sin distinción, de intentar al menos derrotar a la impunidad. Felipe Calderón deberá atender esta demanda de manera inmediata a no ser que prefiera continuar custodiado hasta los dientes y llamar “estado de derecho” a la aplicación de la fuerza pública contra cualquier inconforme, contra quienes no piensen como los de su grupo, contra aquellos que por encima de los intereses de unos cuantos pretendan hacer prevalecer y custodiar el patrimonio nacional.

Habrá que puntualizar en que no puede ni debe aceptar que las leyes continúen siendo interpretadas siempre a favor de quienes tienen dinero suficiente, buscan inversiones ventajosas o son “amigos” del presidente o le hicieron los suficientes favores en campaña como para comprarse un salvoconducto contra cualquier autoridad.

Resulta inaceptable el manto con el que se ha cubierto a delincuentes que sin el cuello blanco y manejando el erario sigan brindando protección a los próximos funcionarios.

En esa búsqueda de alianzas que les permitan gobernar sin tomar en cuenta a otras voces, enterrando la pluralidad, han dejado fuera de cualquier aplicación de la ley a un Arturo Montiel, ex gobernador del Estado de México, a quien le hicieron públicas sus propiedades tanto en el país como en el extranjero, saltaron a la vista sus negocios, la multiplicación de su capital, el manejo económico sin límite realizado a favor de su sucesor, sobrino, ex empleado y ahora mandatario estatal, Enrique Peña Nieto.

No le han tocado un solo pelo a semejante personaje. Todo quedó en el escándalo público, pero nada fue a parar a la mesa del Ministerio Público. Ni qué decir de otro “virrey” de nombre Mario Marín, el “gober precioso”, el de los excesos etílicos -dos buenas botellas- por dejarlo en esos términos aun cuando es del decir popular que seguro eran botellas de damiana -licor de Baja California Sur, al que se le atribuyen propiedades afrodisíacas y cuyo envase semeja el cuerpo desnudo de una mujer- que entre sus múltiples beneficios estaban el andar, moverse y permanecer calladas.

Uno cuyo caso fue a parar a la “tremenda corte”. En esos términos, a parar.No puede soslayarse uno más de esa “camada”, al célebre oaxaqueño Ulises Ruiz.

Ninguno ha sido verdaderamente sentado al banquillo de los acusados. A uno lo dejan libre a cambio de que se vaya del país y no alebreste la muy conveniente y estiercolera alianza PRI-PAN; al otro, le piden que vaya a misa, que se quite del camino del mal y que no siga con malas compañías como la de Kamel Nacif -quien ya también contagiado de los rezos hasta “perdona” a su ex mujer, a la que lo mandó grabar y espiar por merititos celos- y que, si puede, también se aleje de Lidia Cacho y no hable si no puede comprobar sus afirmaciones, es más que la perdone ya que si Calderón perdonó a la Gordillo y el Señor a la Magdalena ¿ellos por qué no?; al tercero, al que está violando mandamientos como “no matarás”, “no mentirás”, “no desearás a la mujer de tu prójimo”, “respetarás a tu padre y madre”, solamente le otorgan una tregua para comprobar si tiene compostura o ya es un caso para el diablo.

En eso ha terminado la aplicación de la ley, el estado de derecho, la autoridad del gobierno panista y se supone que Calderón debe dejar atrás esa etapa indigna.

Pero además están los movimientos con los bancos, las utilidades de las grandes empresas beneficiadas siempre con decisiones gubernamentales que les otorgan todas las ventajas para sus operaciones, las aconsejan y a la mayoría hasta las subsidian.Urge poner freno, cambiar, a no ser que se pretenda simplemente la aplicación de la fuerza, la custodia, gobernar encerrado en Los Pinos o en cualquier otra fortaleza cuando ésta ya les resulte insegura.

Porque los ejemplos son muchos. Ahí está lo que hicieron en Lázaro Cárdenas, en Atenco, en Tabasco, en Oaxaca, en San Luis Potosí. Aplicaron de tal manera la fuerza pública que aparecemos en los primeros lugares de las listas de los organismos internacionales que se ocupan de los derechos humanos y de evitar masacres y abusos de gobernantes.

Y también se presenta el otro lado de la moneda, la que advierte la presencia de grupos armados -quienes vienen aprovechando el “incendio” que pretendieron provocar los perversos funcionarios del gobierno foxista con artefactos explosivos- la que deja ver que la sociedad empieza a agruparse para mostrar su inconformidad, la que ha logrado unir a diferentes grupos en torno a una sola causa: la protección de la sociedad sobre las decisiones de sus gobernantes.

Recibe Calderón un ejercicio de autoridad y un estado de derecho en plena decadencia. Pero, el tema sigue y seguirá siendo hasta el 30 de noviembre la transición de poderes: lugar, hora, condiciones. Lo demás no es por ahora motivo de preocupación porque no hay que desperdiciar el tiempo en lo que puede pasar, sino resolver lo que está pasando, dicen los que integran su equipo cercano y, por lo tanto, lo que ahora les ocupa en conservar la chamba para seguir adelante con sus planes que incluyen, obviamente, un gran enriquecimiento personal