jueves, noviembre 30, 2006

La despedida

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 POESIA EN RESISTENCIA
2.

yo-ya-no-sé ... que tan intervenido estoy
telefónicamente
me siento acechado, institucionalmente
observado, insistentemente
¡ faltaba más ¡
fotografiado, simbólicamente
analizado intelectualmente
y
categóricamente descalificado.
- ya no se diga –
políticamente ignorado.

( paranoia pura, dirían los que saben )
¡ no te agüites güey ¡
- me dijo mi conciencia –
-
¡! ESTÁS EN RESISTENCIA ¡!

SUFRAGIO EFECTIVO NO IMPOSICION


POESIA EN RESISTENCIA

(como estamos en resistencia ....... no rima)
1.
Querida:
Tengo unos muy buenos kilomegagigabaits que contarte.....
Decirte.
Pero la “banda ancha “ que se cargan en La Presidencia
Me impide analizar y acariciar tus algoritmos
Y si mi memoria ram no se me encripta...
Nos vemos en el cíber..
Te quiero. Tu mp3
( poema tecno de los que estilan los corruptos asesores del usurpador )
SUFRAGIO EFECTIVO
NO IMPOSICIÓN
MUSACCHIO COMENTA:CAOS Y GABINETE PATITO
Caos y gabinete patito
Por: Humberto Musacchio

Es probable que Calderón no se haya enterado, pero un gran sector de la sociedad se sabe ultrajado por el manoseo electoral

Felipe de Jesús Calderón Hinojosa asumirá mañana la Presidencia de la República, cuando más de la mitad de los mexicanos, pese a una tenaz, extendida y ostentosa campaña mediática, ha perdido la confianza en los órganos electorales que lo declararon ganador de los comicios del 2 de julio.

Llega Calderón al cargo después de la campaña más sucia que se recuerde, dirigida por un publicista de la ultraderecha española que, con el consentimiento del abanderado panista, descalificó a su principal contrincante al tacharlo de "peligro para México", lo que se hizo extensivo a todos los que apoyaban a aquel candidato.

Por eso mismo y por las irregularidades del proceso electoral, Calderón no contará con la confianza ni el apoyo de los mexicanos a quienes descalificó de tan mala manera. Tampoco tendrá, por lo menos no gratis, el respaldo de los priistas, que ya aprendieron a vender sus mercaderías a un precio muy alto, como ocurre en Oaxaca, donde el gobierno federal panista le hace el trabajo sucio al PRI y carga con la mayor parte de los costos.

De modo que los priistas le venderán caro su amor y cuando así convenga lo "ayudarán" para llevar adelante las privatizaciones, el saqueo del país y la renuncia a la soberanía nacional, materia en la que el PRI es experto. Por eso, resulta cuando menos ridículo que, ante la bronca ocurrida el martes en San Lázaro, Emilio Gamboa y otros priistas aparezcan como hermanas de la caridad, meros espectadores de una disputa ajena, cuando que fueron cómplices del PAN en el largo proceso destinado a impedir que Andrés Manuel López Obrador fuera Presidente. Como parte de esos enjuagues, Calderón ha incluido en su gabinete a funcionarios del viejo régimen, lo que permite augurar cómo irán las cosas.

Otro problema serio para el michoacano está en las filas de su partido, pues a nadie se le oculta la animadversión que existe entre él y el presidente del PAN, Manuel Espino Barrientos, quien declaró que si Calderón "quiere meter un dedo en el proceso interno del partido, el partido no le corta el dedo, le corta el brazo completo" (declaración de Espino a Álvaro Delgado, de la revista Proceso, No. 1569, del 26 de noviembre de 2006). Y mientras Calderón trata de apaciguar a sus adversarios con promesas, el ultraderechista Espino le advierte: "Cuidémonos de caer en la cómoda posición de no aplicar decididamente la ley con el falso argumento de que se exasperen los ánimos de quienes, asumiéndose nuestros enemigos, perjudican la sana convivencia de los ciudadanos". Línea dura, pues.

No se ve cómo podrá gobernar Calderón con un equipo que más que gabinete parece la corte de los milagros, donde el que no cojea tiene las uñas muy largas o resulta ciego ante la ley y la razón. Ahí está, por supuesto, Germán Martínez, que en su brevísima gestión como coordinador de la bancada panista, como compinche de los diputados del PRI, integró el Consejo General del IFE que tan buenos servicios rendiría a su ahora jefe.

Un perfecto ejemplo de oscurantismo lo representa José Ángel Córdova, nombrado secretario de Salud, quien a su paso por la Cámara de Diputados se opuso a la investigación científica con células madre, a la píldora del día siguiente y a la mera realización de foros sobre reproducción asistida.

Varias centrales campesinas ya criticaron la designación de Alberto Cárdenas como secretario de Agricultura, por las tendencias plutocráticas de este funcionario, en tanto que Beatriz Zavala, que será titular de la Sedesol, fue descalificada por el economista Julio Boltvinik, para quien el nombramiento se debe a que la yucateca es "amiga de la esposa de Calderón" lo que, de ser cierto, repetiría la historia del sexenio que termina.

En la creencia de que la fuerza bruta se puede aplicar sin inteligencia política, Calderón designó a Francisco Ramírez Acuña secretario de Gobernación, pese a que durante su estancia en el "gobierno" de Jalisco, la Comisión Estatal de Derechos Humanos recibió 640 denuncias por tortura, sin que el gobernante atendiera una sola. Antes bien, solapó y justificó a los delincuentes a sus órdenes en 2004, con la bárbara represión de los altermundistas o como lo hizo desde sus años de alcalde de Guadalajara, cuando ordenó a la policía reprimir en Tlajomulco una fiesta juvenil en la que detuvieron a 1,500 jóvenes, a los que sometieron a tratos degradantes y otros abusos so pretexto de que en el lugar se vendía droga. En la mísera jerga en que se expresa, el funcionario dijo que no iba a permitir "estas reuniones de francachelas (SIC) y verdaderas orgías". De su eficacia como autoridad habla elocuentemente el hecho de que, en los últimos diez años, durante los cuales Ramírez Acuña fue presidente municipal de Guadalajara y luego gobernador de Jalisco, 530 mujeres fueron víctimas de muerte violenta.

Es probable que Calderón no se haya enterado, pero un gran sector de la sociedad se sabe ultrajado por el manoseo electoral y la actuación de quienes encabezan las instituciones. ¿Podrá gobernar un país dividido con un gabinete patito?


Hernandez
 

Helgera
Brioso
Se despide Monitor del 102.5 FM
Este jueves es el último día que se transmite Monitor, de José Gutiérrez Vivó, en Frecuencia Modulada. A partir de mañana, se transmitirá sólo por AM en las frecuencias 1320 y 1560

Redacción EL UNIVERSAL.com.mx
El Universal
Ciudad de México
Jueves 30 de noviembre de 2006

07:00 El noticiario Monitor MVS, 102.5 FM, dejará de transmitir en esa frecuencia los programas Monitor de la mañana, Monitor de mediodía, Monitor Deportivo y Monitor de la tarde-noche a partir de mañana.

Este jueves es el último día que se difunde Monitor en Frecuencia Modulada.

A partir de mañana, 1 de diciembre, Monitor de José Gutiérrez Vivó se escuchará sólo por AM en las frecuencias 1320 y 1560, así como a través de la cadena Monitor en México y el canal 52 de Multivisión.

El programa Monitor surgió el 2 de septiembre de 1974.

Con información de Monitor MVS

 
Miguel Ángel Granados Chapa
Frustrante Fox


Quizá el mayor daño que el presidente Fox causó a la República, en los seis años de su gestión que termina mañana, fue disminuir la credibilidad de la democracia, en que los ciudadanos se habían afanado y de la que parecía un adalid que frustró a no pocos de sus seguidores.

Lo asombroso (pero comprensible, dada la intensidad de su onerosa propaganda) es que el presidente Fox concluya su mandato con altos niveles de popularidad, si por cualquier lado que se examine su gobierno la conclusión es que, amén de decepcionar a muchos de sus votantes, lesionó profundamente la credibilidad de la democracia, echando atrás la historia.

Aunque lo sabríamos sólo tiempo después, Fox llegó a la Presidencia no sólo como resultado del esfuerzo tesonero de un partido, ni gracias a su carisma y a causa del hartazgo de la sociedad sino también mediante un financiamiento paralelo contrario a la ley. De no haber incongruencia en la legislación electoral, que permite toda suerte de trapacerías y en el peor de los casos impone sólo sanciones pecuniarias, pero no la destitución del cargo logrado a la mala, Fox hubiera tenido que marcharse de la Presidencia, abrumado por la multa de 500 millones de pesos que evidenció las infracciones que contribuyeron a su triunfo. No fue capaz de expresar rubor cuando se descubrió la trampa, ni de pedir a su partido disculpas por hacerle pagar una cuantiosa suma. Vamos, ahora sabemos que ni siquiera pagó a los abogados que aplazaron el descubrimiento del dinero sospechoso en las tretas que lo beneficiaron.

La integración de su gobierno, paso previo a su asunción, permitió saber de antemano el curso de su administración. Dijo haber confiado la selección a head hunters, como si el gobierno de un país equivaliera a la gerencia de una empresa. Y así le fue. Nunca ha habido tal movilidad en un equipo gubernamental como en el encabezado por Fox: no se admitió nunca que nadie fuera despedido por incompetencia (pues a la antigua usanza no se explicaron las causas de las remociones y de las renuncias). Pero lo cierto es que sólo cinco de los 18 miembros del gabinete original figuran en el gabinete (que mañana concluye sus funciones) en la misma posición donde comenzaron. Su invento personal, las coordinaciones de sector, fracasaron pronto o tarde: se frustró su intento de que hubiera un coordinador del área de "orden y respeto", encargo que había hecho a Adolfo Aguilar Zinser, que sólo se mantuvo como consejero de Seguridad Nacional, posición a la que Fox concedió tal importancia que la dejó vacante cuando Aguilar Zinser quiso ser representante mexicano en las Naciones Unidas, sin que nadie reparara en el atropello que ese paso significó a la diplomacia profesional; el ex rector José Sarukhán dejó muy pronto de ser comisionado de Desarrollo Humano, es decir coordinador de la política social, y con ello la República perdió sus servicios que tan relevantes mostraron ser en la Universidad Nacional; Ernesto Ruffo, el protogobernador surgido de la oposición, no perseveró en la Comisión de Asuntos Fronterizos, ni Carlos Flores Alcocer en la coordinación de asesores de Planeación Estratégica y Desarrollo Regional.

Fox no supo ser jefe de su equipo. Más de uno se retiró en busca de su propio porvenir, sin importar la causa común. Fueron notorias las contradicciones, diferencias y aun reyertas entre secretarios de Estado. O por lo menos la desinformación: El secretario del Medio Ambiente José Luis Luege, por citar sólo un caso reciente, se enteró por la prensa del alza al precio de la gasolina Premium, ocurrida semanas después de que el gobierno se había ufanado de la mejora ecológica lograda con ese combustible, en un acto en que el histriónico presidente de la República hizo de despachador, manguera en mano.

Si no desempeñó a derechas el Poder Ejecutivo, la relación de Fox con los otros poderes explica la pobreza de sus resultados. Admitió en su discurso inaugural, porque así lo previene la Constitución, que él propondría y el Congreso dispondría. No fue capaz de hacerlo coincidir con sus propósitos en los temas cruciales, entre otras razones porque no se atrevió a plantearlos: la reforma laboral, conocida como ley Abascal, no llegó a San Lázaro desde Los Pinos sino que se simuló que la presentaban diputados. Practicó la paternidad irresponsable respecto de iniciativas que formalmente surgieron de su oficina: las abandonaba sin cuidados. Y hasta se alegraba de sus propios fracasos: cuando el Senado reformó la Constitución en materia indígena, en sentido contrario de la propuesta presidencial (que de avanzar le hubiera provisto una sólida plataforma política), alabó el resultado, no se sabe todavía si por ignorancia o porque practicaba un doble lenguaje.

(En ese y en otros casos, cada vez más según avanzó el sexenio, frente a decisiones de Fox se generaba un dilema: no saber si atribuirlas a su desaprensión, a su incapacidad para el desempeño gubernamental, o a una malicia de que no había dado muestra en el largo lapso de su vida en que se mantuvo lejos de la política).

Incapaz de admitir que el Congreso dispusiera frente a sus propuestas, Fox multiplicó los vetos y las controversias constitucionales para sacar avante sus puntos de vista (o de los intereses que gestionaba). Y ocupó el tiempo de difusión presidencial no en explicar por qué aumentó de súbito en un peso el litro de la leche popular, sino en defenderse de, y ofender a, los legisladores las dos veces que rehusaron autorizar prescindibles viajes al exterior.

Y respecto del Poder Judicial, le infirió un daño profundo al implicar al presidente de la Suprema Corte en el desafuero a López Obrador (del que después se desafanó) y al Tribunal Electoral en su segunda victoria presidencial.



Cajón de Sastre


Fue un mal día para que Mario Marín, el góber precioso, viniera de Puebla a la Cámara de Diputados, supongo que al arreglo de asuntos financieros. Sea lo que haya sido, terminó comiendo en la Hacienda de San Lázaro, un muy buen restaurante muy próximo al palacio legislativo. Lo acompañaron al menos dos diputados, su antiguo colaborador Charbel Jorge Estefan Chidiac, que ahora preside la Comisión de Hacienda, y José Rosas Aispuro Torres. Comieron en un privado en la planta alta del restaurante. En algún momento pareció que la reunión (de la que hacía sospechar a la entrada del local el breve ejército de guardianes, completado por quienes ocupaban mesas en la planta baja) había concluido. Los diputados ya se iban, vacilaron, volvieron y terminaron yéndose, acaso para participar en la plenaria de su fracción, citada hacia las seis de la tarde. Con otros acompañantes, el góber precioso decidió prolongar un rato la sobremesa, por lo que a poco llegaron a su mesa los coñaques. No consta que estuviera allí Kamel Nacif.


Correo electrónico: miguelangel@granadoschapa.com