miércoles, abril 23, 2008

El IFE espera la explicación de Televisa

■ Acción Nacional está detrás de la campaña denigratoria contra AMLO, sostiene el PRD

■ Cautela de consejeros ante el desacato de la emisora de las medidas dictadas por el instituto

Alonso Urrutia y Georgina Saldierna
La Jornada

La transmisión por Televisa, la noche del lunes, del promocional de la agrupación Mejor Sociedad, Mejor Gobierno en contra de Andrés Manuel López Obrador representa un “agravante” en el expediente abierto contra ambos actores, que incurrieron en violaciones a la ley por difundir mensajes en los que se ataca a actores políticos.

La empresa había sido notificada cuatro horas antes de la medida cautelar dictada por el Instituto Federal Electoral (IFE), misma que omitió cumplir.

La Comisión de Quejas del instituto informó que como parte de las investigaciones emitirá un emplazamiento a la televisora para que explique lo que a su derecho convenga en torno a la transmisión del anuncio, en el cual se asocia a López Obrador con Hitler y Mussolini.

Televisa tenía 24 horas para informar a la autoridad electoral sobre el acatamiento de las medidas cautelares dictadas, las cuales vencieron.

En tanto, el PRD promovió una aclaración de queja ante la autoridad electoral, en la que responsabiliza al PAN de haber promovido el anuncio y hacerlo coincidir con su campaña de descalificación del Frente Amplio Progresista (FAP) por sus acciones contra la reforma energética.

En su argumentación, señala que ambos mensajes “aparecieron de manera simultánea, tratando la misma temática y descalificando al adversario”.

El representante del PAN ante el IFE, Roberto Gil, anunció que recurrirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación contra la decisión del instituto, que ordenó retirar del aire “temporalmente” su promocional, en el cual califica de “violentos” a los partidos que integran el FAP.

La Comisión de Quejas del IFE –dijo– está privando al PAN del derecho de criticar, aun cuando sea de manera temporal, pues el efecto de los promocionales está ligado con la coyuntura y en un contexto comunicativo determinado.

Asimismo, Acción Nacional presentó formalmente una queja contra el PRD y el PT por sus promocionales y programas de cinco minutos en los que ambos partidos cuestionan el proyecto de reforma energética del gobierno federal y asumen que hay una pretensión privatizadora.

Posibles agravantes

El presidente de la Comisión de Quejas del IFE, Virgilio Andrade, destacó que todos los actores saben perfectamente que las medidas cautelares dictadas por el IFE “son de carácter obligatorio y cualquier acto en contrario es violatorio de la ley”.

Sin embargo, fue cauteloso al definir la actitud de Televisa como desacato, y manifestó que solamente sería un “agravante si la violación se confirma”.

Andrade anunció que se esperará la respuesta de la televisora para explicar sus acciones ante la orden del IFE.

–Si se dicta una medida cautelar y la empresa la rechaza…

–Estamos en la etapa de valoración de hechos. Las medidas cautelares están dictadas y tienen que ser obedecidas.

–Al continuar las transmisiones ¿se puede seguir violando la ley?

–El litigio está abierto y las situaciones que se vayan presentando se valorarán.

El consejero Marco Antonio Gómez Alcántar explicó que como parte del procedimiento sancionador se tiene que verificar que esta nueva transmisión “haya sido dolosa o no”, y eso podría llegar a ser un agravante.

Destacó que el principio central para ordenar el retiro fue la evidente violación que hubo al permitir Televisa la contratación de un anuncio de un particular, sin que se haya entrado a valorar los contenidos.

–¿El hecho de que se dicte una medida cautelar y no se acate refleja que el instituto está rebasado?

–No veo que estemos siendo rebasados en este momento. Los tiempos en que se tomó la decisión y se ordenó el retiro cumplieron con las expectativas legales y con todas las formalidades sobre un caso que, todos sabemos, es totalmente sui generis.

PAN y PRD, inconformes

El PRD sostuvo que el deslinde del PAN del mensaje de Mejor Sociedad, Mejor Gobierno no es atendible en razón de que se trató de una campaña de “difamación” coordinada y con el mismo objetivo.

Pidió que se dé vista a la Unidad de Fiscalización “para que investigue el origen de los recursos utilizados en la ilegal contratación realizada por el PAN por medio de terceras personas, como es el caso de Guillermo Velasco Arzac, por lo que deberá sancionarse a dicho partido como la persona física o moral responsable de la contratación”.

Debate del debate

Bucareli
Jacobo Zabludovsky
21 de abril de 2008
No es lo mismo golpe de Estado que “golpe frontal al Estado y a las instituciones”

Debemos reconocer al Consejo Coordinador Empresarial su cuidado de no usar, en su desplegado del viernes, la frase que el diccionario de la RAE define como “actuación violenta y rápida, generalmente por fuerzas militares o rebeldes, por la que un grupo determinado se apodera o intenta apoderarse de los resortes del gobierno de un Estado, desplazando a las autoridades existentes”. Los empresarios sustituyeron la palabra “de” por “frontal al” y dieron otro valor a su mensaje a la opinión pública. No así algunos medios que por malicia, ignorancia o descuido de buena fe, cabecearon la nota y hasta alguna primera plana con la frase que puede causar, con razón, una alarma injustificada. No dice eso el mensaje empresarial, se agradece, ya hay muchos fierros en la lumbre y no es prudente poner otros.

La semana comienza con un intento de acercar los extremos para llegar, en el justo medio salomónico, a la fijación de un plazo suficiente para debatir el proyecto de reforma petrolera. La muy criticada, no sin razón, toma de las tribunas legislativas, ha venido a demostrar que a veces en la práctica el fin justifica los medios. Sin esa operación sorpresiva, la reforma, presentada sin discusión de ninguna especie, con la agravante de la nocturnidad, ya estaría aprobada o lo sería hoy o mañana, tal como Dios la trajo al mundo. Y tal como la entregó el presidente Felipe Calderón a un Congreso de mayoría sumisa, el mismo que en siete minutos, sin lectura previa, aprobó por unanimidad la ley Televisa que la Suprema Corte rechazó en forma tajante.

Gracias a esa toma de tribuna debemos admitir, aunque no la aprobemos, que los legisladores se dieron cuenta de que el debate merece más tiempo. Ahora resulta que todos se han convencido de la necesidad de una discusión que pretendían sostener en sus horas libres, en las sobremesas o en dos fines de semana de abril. El FAP propuso 120 días. El senador Beltrones, suponemos que en nombre del PRI, aconsejó 50 días porque tal vez el 51 tiene algún compromiso ineludible. El FAP reviró con una sota que se sacó de la manga: vamos haciendo un referéndum, como si fuera “enchílame otra gorda” y las gordas tuvieran un sustento jurídico del cual carecen en la legislación mexicana. Fue entonces que el senador Creel ofreció un toro de regalo llamado “tercera vía”: la duración del debate no debe tener plazo fijo, nada de 120, nada de 50, los días que sean necesarios, sin límite de tiempo, para “tener un buen programa que le sirva al Senado para su dictamen. En consecuencia, estamos abiertos a ese diálogo y a esa negociación” dure lo que dure. Y la señora Georgina Kessel, secretaria de Energía, sufre las ansias de lo impostergable y da un golpe de timón al declarar a periodistas que no son las prisas (que tanto la angustiaron 10 días antes, al presentar el proyecto), sino el análisis cuidadoso, lo que debe establecer el término del debate. Ya encarrerados en esa entrevista de banqueta, los periodistas le preguntaron cómo se enteraron banqueros y bolsistas del negocito de los bonos petroleros, 12 días antes de que ella ofreciera esa sorpresa dentro del proyecto elaborado con sigilo en Los Pinos. “La verdad, no tengo una respuesta al respecto”, dijo a La Jornada. El bisnes que ya se cocinaba, es uno de los muchos que tendrán que esperar, aunque se le agoten otros yacimientos a Exxon, por el capricho absurdo de debatir la ley antes de votarla.

Mientras, algunas posturas se polarizan y los enconos crecen, los desafíos barriobajeros muestran su catadura siniestra, aunque los produzca en la diestra un legislador dispuesto a rajarle la cara a cualquiera, heredero cerebral del muñeco de Paco Miller. Y en el canal 2, horario estelar del jueves, se transmite un spot patrocinado por una organización fantasma, en que compara a AMLO con Hitler, Mussolini, Pinochet y Victoriano Huerta. Esta transmisión es un acto soez que muestra cómo el uso criminal de la televisión puede ser más pernicioso y peligroso que la toma de cualquier tribuna, porque, ese sí, es el secuestro de una tribuna, en este caso concesionada por el pueblo de México para su buen uso y no para la calumnia y la descalificación de un político mediante la injuria más baja que se ha visto en la televisión mexicana desde su fundación. Provocaciones como las mencionadas no merecerían comentario, si la historia no aleccionara sobre quienes pasan de las palabras delirantes a los hechos desmesurados que ellas presagian. Cuidado, no se excedan. Hasta ahora no se ha roto un vidrio, ni pintado una pared, ni golpeado a un transeúnte.

En fin. El proyecto que se apruebe de ninguna manera será el que fue. La vía corta es cosa del pasado. La urgencia de rescatar el tesorito milagroso y el madrugador frenesí bursátil, requieren paciencia. La ocupación de tribunas ha convencido a muchos mexicanos, aun a los que están contra el método, de que se iba a cometer el error histórico de validar una ley sin el debido escrutinio serio y público.

Si en un lugar tan céntrico, iluminado y abierto como el Paseo de la Reforma, donde se avecina la BMV, pueden alojarse operaciones sórdidas, cabe preguntarse, antes de aprobar cualquier ley, cuántas se ocultan en las honduras tenebrosas del golfo de México.

Denise Dresser

Petróleo, democracia y reforma del Estado

Magdalena Gómez
La Jornada

El cuestionamiento mediático al movimiento en defensa del petróleo se está centrando en la denostación a las modalidades que éste ha adoptado, en especial a la toma de las sedes oficiales de las Cámaras de Senadores y de Diputados por parte del Frente Amplio Progresista (FAP) y a las movilizaciones de las mujeres organizadas en brigadas, las llamadas Adelitas. Pese a ello, saltan a la vista los primeros logros de dicho movimiento; se debe reconocer que se evitó la aprobación ciega y veloz de las propuestas privatizadoras de reforma legislativa, que lo son, y no constitucionales, también gracias a la presión ejercida por la oposición desplegada aun antes de que se formalizaran.

Al igual que en 2006, nos encontramos en un ambiente de polarización alimentada por la mayoría de los medios, los cuales, de nueva cuenta, centran sus descalificaciones en el liderazgo de López Obrador. Los espots transmitidos por Televisa, comparándolo con Hitler, Mussolini, Victoriano Huerta y Pinochet, son evidencias escandalosas que muestran con crudeza hasta dónde puede llegar la ultraderecha.

Por otra parte, el debate sobre el debate, en especial sobre su duración, aparece peligrosamente como el centro de la negociación entre las fuerzas partidistas en el Congreso, lo cual desplaza el tema de fondo que se abordará cuando se dé al “debate” el banderazo de inicio. Todo ello es importante, pero más aún responder qué pasará después. Ya se apuntó la posibilidad de construir un tren de aterrizaje para las conclusiones del debate al anunciarse, por parte del coordinador de la fracción del PRD en el Senado, que se presentará la propuesta de establecer, previamente, el referendo confirmatorio para que las iniciativas que se aprueben se sometan a la voluntad popular, una vez que lo solicite un porcentaje del electorado.

Al construir los necesarios mecanismos para legalizar formas de democracia participativa se estaría abordando en serio uno de los temas que de manera recurrente han quedado en los tinteros de las propuestas de reforma del Estado que llevan varias generaciones, foros, debates, libros y memorias publicadas. Es de todos sabido que nos encontramos en un círculo vicioso, pues la clase política representada en el Congreso se arropa en la democracia representativa mientras la sociedad desconfía crecientemente de las prácticas parlamentarias y las negociaciones que en nombre “del pueblo” se han tomado. Ya sabemos que en materia de democracia vamos a la cola de buen número de países. Una salida así requiere convicciones democráticas que trasciendan los intereses coyunturales de los y las integrantes actuales del Poder Legislativo. Lo que “perderían” en sus actuales márgenes formales lo ganarían en legitimidad, de dar ese paso.

Ya conoceremos las valoraciones que genere una propuesta de esta naturaleza. Por lo pronto, parece haber cierto consenso para pactar un plazo que garantice el abordaje suficiente de los temas de fondo y la participación de especialistas tanto en cuestiones relativas al petróleo y la energía como en constitucionalismo; también, por supuesto, los liderazgos de las diversas posturas políticas, partidarias o ciudadanas. Todo ello aleja la posibilidad de una aprobación acelerada y en periodo extraordinario de sesiones. Habría que destacar la relevancia que guarda la difusión masiva de los debates, en tiempos oficiales, de manera que se abone al objetivo de informar a los diversos sectores sociales sobre lo que está en juego con las propuestas calderonistas.

De cualquier forma el debate terminará. Si se logra la aprobación de un referendo confirmatorio, regulado de buena fe y con la garantía de transparencia y confiabilidad, la sociedad tendría la última palabra; de lo contrario, al terminar las deliberaciones, por más plurales y con suficiencia técnica que sean, la maquinaria legislativa y política procederá a modificar o no, y aprobar o no las intenciones privatizadoras del calderonismo y sus aliados. Y en ese caso operan los usos y costumbres del poder, el libre mercado, perdón, el libre juego de las fuerzas del PRIAN en el supuesto de que el FAP continúe unificado y coherente a esas alturas.

Falta ver el impacto que tendrá el desenlace de la elección interna del PRD, en la cual también, para variar, aparecen las recriminaciones sobre la influencia de López Obrador. Decía un querido amigo guatemalteco que en tiempos de vacas flacas las diferencias afloran. Así parece en este caso, porque antes del 2 de julio de 2006 el factor que ahora parece dividirlos en aquel momento los unificaba interesadamente.

Por lo pronto, el FAP ha manifestado disposición para construir junto con todos los sectores de la sociedad una propuesta de reforma energética que modernice a Pemex y la convierta en palanca del desarrollo nacional. La moneda está en el aire.
De nazismo y odios
Marco Rascón
marcorascon@alcubo.com

Buena oportunidad para hablar de nazismo y odios. Los espots de marras, como las campañas de insultos y vejaciones públicas, son de la misma calaña: de las campañas salidas del inframundo fascista e intolerante que hay en México, pero que hoy parece haberse extendido a toda la clase política y haberle caído el saco por igual a tirios que a troyanos.

Los espots contra Andrés Manuel López Obrador han sido calificados acertadamente como “orgía de odios” y esto convoca a reflexionar sobre formas y principios en la política mexicana. Hay que recordar los principios de la propaganda nazi de Joseph Goebbels, que se aplica consciente o inconscientemente de acuerdo con las estrategias de la polarización. Goebbels plantea:

1. Principio de la simplificación y del enemigo único. Individualizar al adversario en enemigo único. Unir la crítica interna con el enemigo externo.

2. Principio de la transposición. Cargar en el adversario los errores propios o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.”

3. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en una amenaza grave.

4. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. Las masas tienen gran capacidad para olvidar.

5. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público ya esté interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

6. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario.

7. Principio de la transfusión. La propaganda opera a partir de un sustrato prexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

8. Principio de unanimidad. Convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.

9. “Miente, miente, que al fin algo quedará... Cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá...”

Habría que estar de acuerdo en que el arma máxima de López Obrador contra la derecha ha sido “la resistencia civil pacífica”, cuya tarea más alta ha sido bloquear calles y recintos para que, vía el enojo de terceros afectados en su vida cotidiana y por embotellamientos –aun simpatizantes–, adquieran conciencia de que aquí se lucha en nombre de la patria y del pueblo. Esto se hace fundamental y únicamente en la ciudad que ellos mismos gobiernan, siendo el único movimiento en el mundo que lucha por el derecho a ser reprimido.

Ante eso, no se responde a los enemigos odio con odio, sino con “resistencia civil pacífica”, pues el odio, las acusaciones de traición a diestra y siniestra están reservadas a los propios. Seguramente se dirá que, a diferencia de la propaganda derechista contra López Obrador, el fomento al odio interno contra Cuauhtémoc Cárdenas, Ruth Zavaleta, críticos de izquierda, legisladores no sometidos, opositores internos, “ésos sí se lo merecen”.

Este odio hacia lo interno no se hace a través de la radio y la televisión, sino mediante rechiflas, por Internet, llamados al boicot para que no lean a los críticos, campañas de expulsión y acusaciones de traición. La estrategia es restar y purificar al igual que el fascismo y sólo los medios varían, pero en esencia la estrategia de odio es la misma.

Es una excelente oportunidad la campaña de la derecha con sus ribetes goebbelianos para cuestionar el abandono de la izquierda a la lucha por democracia; de la izquierda que optó por las vías electorales y que vio en la ficción “democrática” oligarca el eslabón más débil de la estructura de dominación para reformar y combatir al sistema injusto en su propio terreno. Servirá para cuestionar la conversión del avance electoral en derrota y la toma de tribunas del Congreso, que han puesto a los sectores progresistas en condiciones de retroceso histórico, aislando, fragmentando, dividiendo y haciendo vulnerables las demandas y defensas.

Contrasta la liquidación de la fuerza electoral con las formas primitivas; la necesidad de alianzas y unidad con la fabricación de odios; la necesidad de reformar con la ineficiencia para hacer evidente el carácter minoritario de los sectores privatizadores del petróleo; las formas extremas y reventadoras con el beneficio para el viejo régimen corrupto.

Hoy, por ejemplo, no se pueden dejar las tribunas en el Congreso y regresar a casa, porque ya no existe: el PRD ha sido desaparecido ética, política, jurídica e ideológicamente y sólo el manual de Goebbels llena el vacío.
Astillero
Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

■ El veneno tan sabido

■ IFE, tortuga

■ Tv, facciosa

El obsceno manejo de la propaganda política en televisión contra Andrés Manuel López Obrador es una confesión de que los poderes fácticos que cerraron el paso a una opción de izquierda moderada en México (mientras Latinoamérica sigue avanzando en ese sentido, incluso en Paraguay) siguen contando con los instrumentos y la discrecionalidad suficientes para intentar la deformación de la realidad política y el fusilamiento en pantalla de los opositores desatados.

Es el mismo esquema de 2006: membretes que desembocan en el interés gubernamental gastan millonadas provenientes de cuentas ocultas para difamar en alto grado a opciones políticas y sociales en empresas de televisión que se prestan a esas maniobras y ayudan a eludir indagaciones y castigos. Ayer, López Obrador era un peligro para México y por ello se infló una opción michoacana hasta fabricarle y convalidar un triunfo electoral también virtual; ahora ese mismo personaje tabasqueño, supuestamente condenado por los poderes electrónicos a la tumba política, es vuelto a ser acribillado al comparar forzadamente una lucha pacífica con dictaduras extranjeras y nacionales. Frente a esa reincidencia delictiva, el Consejo General del IFE, cada vez más productor de vergüenza, chambonamente se tarda cuanto puede en “ordenar” la suspensión del espot envenenado que a esas alturas de la prohibición ya ha cumplido su objetivo. El presidente del instituto, Va. Zurita, está más entretenido en buscar que los demás miembros del cartel electoral le aprueben la designación de un capricho personal sinaloense como secretaria ejecutiva y en inventar programas y pretextos para conseguir presupuesto extra que le permita exagerar cuentas.

La difusión solidaria del desproporcionado e hipócrita espot (los villanos denunciados son, en realidad, los héroes de esa derecha oportunista que pudorosamente dejó a un lado al que les es más cercano, Francisco Franco) vuelve a poner bajo la lupa el papel de los medios electrónicos de comunicación y, en particular, la contribución facciosa que hacen a la intoxicación social mediante manipulaciones propias y propagandas “ajenas”. Un ejemplo del incumplimiento ostentoso de sus responsabilidades lo han dado los dos principales canales de difusión nacional, Televisa y Televisión Azteca, que han ejercido una función editorial sesgada a la hora de informar sobre la oposición cívica a la privatización petrolera y que, en el caso de la primera empresa, se han negado por sistema a dar voz en sus noticieros o programas de opinión a quienes han constituido su persistente motivo de crítica y distorsión.

El “secuestro” del poder legislativo que tanta histeria provoca en locutores oficialistas y opinantes de papel ha entrado en una fase simbólica que parece preludiar la llegada de arreglos que permitan “liberar” las tribunas. El magno delito cívico que argüía Los Pinos News, en sus diferentes versiones y canales, no significó en realidad más que una forma eficaz de lucha política que, por lo demás, se ha practicado en otros países y momentos, sin que por ello hubiera quienes declararan la extinción de la Patria: no se interrumpió el proceso legislativo ni se impidió la realización de sesiones, aunque evidentemente hubo protesta, denuncias y acciones de legisladores en las propias cámaras y de ciudadanos en las calles que así hicieron sentir el descontento que producía un proceso legislativo encaminado a la aprobación de una iniciativa de reforma petrolera que finalmente no ha avanzado porque, justamente, le resulta inadmisible a un segmento social que consiguió políticamente, sin violencia ni rupturas, que se diera más tiempo (en un monto aún impreciso) y más profundidad a un debate serio y verdadero, más allá de las formalidades institucionales y aritméticamente previsibles de las cámaras.

Mientras tanto, Felipe viaja, se acomoda a los planes del Jorge que va de salida y elogia el Tratado de Libre Comercio, al que considera gran productor de empleos. En casa, los Chuchos patalean (Ortega, descompuesto, parece caminar ¿hacia dónde?, ¿hacia el partido dizque socialdemócrata que el amigo Manlio ha preparado como reciento alterno?), Encinas acusa a su adversario explícito de ser mitómano, y Cuauhtémoc Cárdenas define el sentido utilitario que dará a su recién establecida condición de “crítico” de la privatización petrolera al “debatir” con la secretaria calderonista de energía y llamar a que las discusiones sobre el tema se constriñan al ámbito controlado de los salones legislativos.

Por otra parte (que, en realidad, es la misma): los próximos 3 y 4 de mayo se cumplirán dos años de que el panismo hecho gobierno federal (con la presta ayuda del gobernador Peña Nieto) se decidió a pasar a la represión abierta de los movimientos sociales que políticamente no pudo atender (sino exacerbar). Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo, dirigentes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco, fueron sentenciados, a un año de la acometida de las fuerzas federales y estatales, a 67 años y seis meses de prisión cada uno. Actualmente, Del Valle vive una forma peligrosa de provocación, pues “metieron a otro reo en la misma celda”, ha dicho su esposa, María Trinidad Ramírez, a la revista Forum. “Eso yo lo veo como un riesgo: de por sí lo representa el que esté en un penal de máxima seguridad, junto con verdaderos asesinos y secuestradores. Entonces, al ponerlo con otro, no sabemos lo que le pueda suceder. Seguramente le hará la vida imposible para que caiga en una provocación”, señaló doña Trini. Además, menciona que Televisión Azteca y Televisa “nos han hecho mucho daño; ésos son corruptos, están vendidos. Nosotros queremos que digan la verdad de lo que sucede en Atenco, que ya no manipulen a la opinión pública en nuestra contra”.

Y, mientras el secretario de marina cruza peligrosamente la frontera de lo político, al hablar en tono faccioso contra las voces “ilegítimas que con amagos y provocaciones intentan detener el progreso de nuestro país” y recomendar a cadetes que “no se confundan ni duden ante quienes abrigan oscuras ambiciones que se contraponen al bien nacional”, ¡hasta mañana!