jueves, octubre 12, 2006

Pamplonada, ¿otra vez?


Primero quiero felicitar a “La Fragua va”, este espacio informativo alternativo que necesitamos en San Miguel para expresar nuestras preocupaciones, opiniones y puntos de vista sobre lo que pasa en nuestra ciudad, sin que nadie más que los propios autores, seamos los responsables de cada una de las palabras e ideas que expresamos en nuestros escritos. Larga vida al blog y esperemos contar con muchas colaboraciones que nutran este esfuerzo democrático de información.

Cómo todos los años, quienes experimentamos de cerca los desmanes y excesos que suceden en la “sanmiguelada”, nos encontramos en la calle y hacemos un listado de problemas y situaciones que vivimos el sábado anterior, en el que cientos de jóvenes de muchas partes de nuestro país se dan cita para correr, perseguir y algunos para lastimar a unos animales crecidos y cuidados para otros fines, tomar todo lo que se pueda y quiera sin límite alguno y, por lo tanto, perder la conciencia y responsabilidad de los actos que se hacen.

Desde la noche anterior, varias camionetas repletas de cajas de cerveza las entregan en diferentes bares y restaurantes que al día siguiente se convertirán, además, en tiendas de venta al público. Portales de casas convertidos también en expendios de bebidas, comida y ropa. Los alrededores de la Parroquia transformados en baños públicos en los que el exceso de consumo de cerveza los convierte en insuficientes aún sin empezar la “sanmiguelada. Cientos de jóvenes preguntando por baños públicos, no los de caseta que están asquerosos nada más montarlos, sino los que debe ofrecer una Ciudad que se precia de ser turística de paga, limpios y dignos. La autoridad brilla por su ausencia. Ante una “Ley Seca” que nadie respeta, mas que los expendedores de alcohol dedicados a ello, los restaurantes, bares, tendajones y tiendas improvisadas en casas o los representantes de diversas marcas de bebidas, se encargan de vender y regalar en que ponerlo, todo el alcohol que puedan a precios exagerados, sin importar si son menores o ya están borrachos.

Por su parte, los jóvenes visitantes y locales, deambulan por el centro de la ciudad desde las 9 ó 10 de la mañana con contenedores diversos que tratan de disfrazar la ingesta de alcohol o descaradamente traen botellas de cerveza en mano o vasos con mezclas que sacan de bolsas o hieleras portátiles, sin que nadie los frene. Al fin que tienen todo el día y la noche para hacerlo, porque como se cuenta de boca en boca, San Miguel de Allende ese día es un “desmadre”, nadie te dice nada y puedes hacer lo que se te venga en gana.

Efectivamente, nuestra querida Ciudad ese día es lugar sin ley, la policía, Fiscalización, Servicios Públicos Municipales y Tránsito Municipal insuficientes y totalmente rebasados en sus funciones para prevenir lo que en esta ocasión se dio heridos por arma de fuego, “afortunadamente” pero no por acción directa de la autoridad, no pasó a mayores.

Muchos nos preguntamos, debe o no continuar la “sanmiguelada”. Yo no creo que deba decidirse por unos cuantos. Creo como mucha gente, que es un tema que concierne a todos los que vivimos en este municipio que no en esta Ciudad, evaluar la conveniencia o no de su realización. A título personal me inclino por hacer una revisión de los pros y contras que representa un evento de esta magnitud que año con año viene creciendo desmedidamente y que es responsabilidad de las autoridades y de los organizadores hacer una evaluación acuciosa de los resultados del evento.

Necesitamos como sociedad saber varias cosas que desconocemos de la organización y realización del evento, por ejemplo, el costo al Erario municipal de la “pamplonada”, es decir, cuánto cuesta montar el equipo de policía con agentes de fuera, cuántos policías de otros municipios vienen a ayudar a los locales y cuál es su costo. Cuántas toneladas de basura se producen más, cuánto cuesta recogerlas y transportarlas, por ejemplo. Cuánto cuesta que los comercios del Centro cierren un día de septiembre. Cuánto cuesta “limpiar” la ciudad y que vuelva a parecer la misma de antes, etc. Cuánto cuesta ….

El Centro de la Ciudad y sus alrededores quedan tan sucios que da asco caminar por ellos al otro día y al otro y al otro. No vemos un equipo de Limpia, profesional, con mangueras a presión, cepillos apropiados y materiales adecuados para dejar nuestro Jardín Principal y calles aledañas, como nos gusta verlo a los sanmiguelenses. Los trabajadores de limpia, según ellos mismos, no reciben una prima extra por el trabajo realizado en esa fiesta. Entonces nos preguntamos qué nos deja a todos los demás, a los que no estamos en el giro de los restaurantes, bares y hoteles, la “sanmiguelada”. Que bien concreto y tangible, de beneficio para todos los habitantes del municipio deja este evento.

Pienso que es hora de hacer una evaluación muy seria del evento. Que los que queramos contribuir a esa evaluación nos manifestemos por escrito a favor o en contra con argumentos serios y también con propuestas, que ayuden a una comisión integrada por el gobierno, la sociedad civil, la peña taurina y la cámara respectiva para analizar la pertinencia de continuar o no con el evento. No obstante, las dimensiones que este año tuvo en cuanto a participación desbordó cualquier plan y eso habla de éxito, pues ya quisiéramos que otros eventos contaran con tanta convocatoria. Pero a la vez eso obliga a poner mayor empeño en su control y organización. Sin embargo, creo firmemente que la “pamplonada” debiera dejar algún bien tangible de beneficio para todo el municipio como un camión de limpia, una ambulancia, un equipo que necesite el Hospital Civil, un salón de clases para una escuela de alguna comunidad, etc.

Lorea San Martín

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